Daniel Verón, el padre de María de los Ángeles Verón, caminó a la par de su esposa en la búsqueda de su hija. No dejó de golpear puertas, se enfrentó con los Ale y con quien osó hablar mal de Marita o de su esposa, Susana Trimarco. Pero de a poco su figura fue desapareciendo de los medios de prensa nacionales, hasta que se conoció su fallecimiento, el 18 de junio de 2010.
Cuando recordó a su esposo, fue el único momento de la larga entrevista con LA GACETA en el que Susana Trimarco se quebró y lloró. "A mi marido lo conocí cuando tenía 17 años, y cuatro años después nos casamos -relató-. Estuvimos juntos 34 años de nuestras vidas, y todo lo que nos ha pasado lo ha destruído. Se encerró en una depresión muy grande. Lloraba todos los días, me decía que se quería morir, que no podía vivir sin Marita. Y se murió".
Verón temía que a su esposa y a su nieta, Micaela, les sucediera algo. Temía que salieran a la calle. "Pobrecito, no pudo aguantar. Yo renegaba porque no tomaba los remedios, no se cuidaba. Se iba al billar con los amigos; él se mató solo. La última vez que hablé con él me pidió que me cuide, porque me necesitan Micaela y Marita. Quería que yo deje de ir a esos lugares tan peligrosos, y que no me enfrente con las mafias. Yo me enojaba, pero él me decía todo eso porque sabía que no iba a estar más. Cuando se fue la pasamos muy feo; nos quedamos solas con Micaela", reveló Trimarco.